Los responsables de CC. OO. en Galicia despiden a Juan Fajardo

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La federación de la construcción, a la que pertenecía, tomó la decisión

06 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tiene la forma de una decisión interna, pero sin duda sus consecuencias sobre el equilibrio sindical de las comarcas de Arousa y Pontevedra y la política municipal en Vilagarcía, le otorgan extraordinaria trascendencia. La dirección de Comisiones Obreras en Galicia acaba de despedir al hasta ahora responsable de la Federación Estatal de Construcción, Madera y Afines (Fecoma) en las demarcaciones arousana y pontevedresa, Juan Fajardo. En puridad, matiza el secretario xeral del sindicato, no se trata de un despido, sino de la rescisión de un contrato de acuerdo con las condiciones bajo las que se firmó en su momento. «Isto -explicó ayer Xosé Manuel Sánchez Aguión- non era un contrato ao uso, senón un contrato de compromiso sindical, suxeito a que poidan mudar as condicións nas que se asinou».

Sánchez Aguión empleó un símil para hacer comprender la idea que trataba de transmitir: «É coma se un candidato a concelleiro ou parlamentario non resulta elixido; hai que asumilo». La pertinencia del paralelismo va más allá de lo que pueda parecer, puesto que el propio Fajardo mantiene desde hace años una intensa actividad política, que compaginaba con su labor sindical. Desde el 2003 forma parte de la corporación municipal de Vilagarcía como número 1 de Esquerda Unida, formación por la que se ha presentado como candidato a la alcaldía en las cuatro citas electorales celebradas desde 1999. Durante varios años fue, además, responsable comarcal de la coalición articulada en torno al PCE.

Ni Fajardo ni los miembros de la ejecutiva de la central en Arousa quisieron abordar ayer las circunstancias que rodearon el despido. No obstante, algunas voces indican que al concejal vilagarciano se le podría haber exigido desde la dirección de CC. OO. que renunciase a su acta como edil, lo que, nuevamente, redundaría en la dimensión política de esta medida.

Lo que Sánchez Aguión quiso dejar bien claro es que la decisión parte de la federación de la construcción, que fue la que en su día contrató a Fajardo y que dispone de «autonomía absoluta» en este tipo de cuestiones. Su responsable en Galicia, Jesús Varela, tampoco quiso profundizar en lo ocurrido. Se limitó a explicar que la ruptura de la relación laboral con el sindicalista vilagarciano fue adoptada por la comisión ejecutiva de Fecoma-Galicia, órgano máximo de decisión al respecto, por unanimidad de sus miembros.

Más allá de lo que acaba de ocurrir con Juan Fajardo, hace tiempo que las discrepancias de las uniones comarcales de Comisiones Obreras en Arousa y Pontevedra con respecto a la línea oficial que sigue la ejecutiva nacional del sindicato están sobre la mesa. En febrero, una semana antes de que la cúpula de la central materializase su respaldo a la reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, los responsables de ambas demarcaciones escenificaban públicamente su desacuerdo con el paso que su organización dio apenas unos días más tarde.

Fernando Ramos y José Luis García Pedrosa apostaban por la confrontación con la decisión gubernamental -«non podemos aceptar a teoría do mal menor»- y apelaban a la conciencia no solo de la dirección de CC. OO, sino, especialmente, de los afiliados de la central.

La baja de Juan Fajardo supone un auténtico mazazo para la estructura actual de Comisiones Obreras en Arousa. La ejecutiva comarcal está compuesta por trece personas, pero en la práctica el grueso de la labor sindical recaía en cuatro de sus integrantes: el secretario xeral, Fernando Ramos, Ramón Bueno, Xan Caneda y el propio Fajardo. Tras el despido de este último, la mitad de este núcleo fuerte ha desaparecido, por mucho que Ramos, desplazado a Ferrol desde este verano, ostente todavía, de forma nominal, la máxima representatividad de la demarcación arousana.

La perspectiva de un cambio drástico en la dirección comarcal, auspiciado desde Santiago o Madrid, fue cobrando forma hace meses, una vez que el desacuerdo de Arousa y Pontevedra con el pacto sobre la reforma de las pensiones se hizo público. Los presagios se intensificaron a raíz de los resultados de las elecciones municipales de mayo, en los que EU, con Fajardo y Bueno a la cabeza, perdió uno de los tres ediles cosechados en Vilgarcía en el 2007.

Campaña de apoyo interno

Fernando Ramos trató de concentrar en su persona los problemas internos, en un intento por que su marcha a Ferrol contribuyese a cerrar las heridas abiertas con la ejecutiva nacional y calmase las aguas en el sindicato. Por la razón que sea, la caída de Juan Fajardo supone, en la práctica, el fracaso de aquella estrategia. El despido será analizado, con toda probabilidad, en una asamblea de delegados que podría ser convocada en cuestión de días. Mientras, se han detectado ya movimientos de apoyo interno hacia el sindicalista vilagarciano, que incluso podrían cobrar la forma de una recogida de firmas.

Fajardo, informático de profesión, estaba a punto de cumplir su undécimo año de trabajo en la unión comarcal de Comisiones Obreras. Era el responsable de Fecoma, la federación de la construcción, en las demarcaciones de Arousa y Pontevedra desde el 2005.