La Real Federación Gallega de Vela quiere la nave que obstaculiza el blindaje de Vilagarcía ante las inundaciones

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El ente deportivo aspira a mantener y gestionar durante quince años la concesión que Augas de Galicia planeó demoler en la desembocadura del río de O Con, y que usa desde hace dos meses gracias a una autorización de la Autoridad Portuaria

01 may 2024 . Actualizado a las 18:55 h.

A mediados de febrero, en plena campaña electoral autonómica, el PSdeG-PSOE, con el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, a la cabeza, advertía de la posibilidad de que la Autoridad Portuaria planease volver a dar ocupación a la nave que durante años había empleado la empresa Moral y Riestra. A fin de cortar cualquier pretensión de dicho tipo, el pleno de la corporación de la capital arousana aprobaba el 4 de abril, con el respaldo añadido del BNG y EU y la abstención del PP, una moción del PSOE instando a Augas de Galicia a retomar su proyecto del año 2008 para evitar inundaciones como la sufrida en el 2006 empezando por despejar la desembocadura del río de O Con, eliminando el relleno que la actividad de Moral y Riestra venía ocupando desde el 2013 ya con una prórroga en forma de concesión en precario. Los planes del ejecutivo municipal podrían irse muy pronto al garete, para acabar malogrados por un desagüe inesperado.

Hace dos meses que la Real Federación Galega de Vela está usando los algo más de mil metros cuadrados de la nave que ocupaba Moral y Riestra hasta el pasado mes de diciembre. Lo hace con la correspondiente autorización por un año de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, titular de los terrenos y la instalación. La federación, explica su presidente, Manuel Villaverde, ha registrado además ante el ente portuario una solicitud para disponer del mencionado recinto en régimen de concesión durante 15 años, por la que abonaría entre 15.000 y 20.000 euros anuales, frente a los 6.000 que estaría pagando por su autorización. La razón, explica, es que el Centro Galego de Vela, que la RFEG gestiona por delegación de su titular, la Xunta, «se ha quedado pequeño» para dar cabida a la cada vez mayor cantidad de embarcaciones que emplean las promesas gallegas de la vela que crecen bajo los programas federativos de tecnificación.

Situada al lado del Centro Galego de Vela, la antigua nave de Moral y Riestra permite liberar al primero de aquellos barcos que no se usan a diario, de manera que los que se emplean con mayor asiduidad puedan ganar espacio en el CGV, con su correspondiente mayor maniobrabilidad. De conseguir la concesión por 15 años, la intención de la Federación es cedérsela, como hizo en su día con la del terreno del CGV, a la Xunta y que esta obre uniendo las dos instalaciones para convertir al gallego en el centro de alto rendimiento de vela con mayor superficie de España. «Vilagarcía fue una referencia muy importante en el mundo de la vela, pero perdió mucha actividad. ¿Cómo se puede recuperar? Con este tipo de autorizaciones», sentencia Villaverde.