Ciencia y sector se dan la mano para aclarar cuándo desova ahora el pulpo

s. m. / m. G. REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

Ana Garcia

Intentarán determinar cuáles serán los mejores meses para vedar la especie

29 mar 2024 . Actualizado a las 04:46 h.

El pulpo en Galicia desova en primavera. O eso es lo que se tenía entendido, de acuerdo con los trabajos de quienes han estudiado e indagado en la ecología y biología del pulpo. De ahí que tradicionalmente el sector se decantase por dar descanso al recurso en esas semanas. Pero ahora «o polbo parece que está ovado todo o ano», apunta José Antonio Pérez, presidente de la Federación Galega de Confrarías y patrón mayor de Ribeira, a la cabeza de las descargas del cefalópodo este año. Porque si la ciencia situaba la freza en la primavera, también la experiencia la fechaba en los meses de abril y mayo, «pero agora está cambiando todo e aínda en xuño atopamos pezas ovadas», dice O Rubio, como en el sector se conoce a Pérez.

Lo peor es que si un pulpo tiene o no huevas no es perceptible a simple vista, por lo que no se puede devolver al mar sin más, como sucedería si se tratase de una nécora o una centolla. Y, como explica Pérez, tan importante «é deixar crecer aos pequenos como protexer ás nais para que desoven». De ahí que estén dispuestos a que este año en lugar de una veda de mes y medio —como defendían puertos como Ribeira o Bueu— hayan aceptado dos para este año y se hayan abierto a implantar para la siguiente campaña (2025-2026) un amarre de 4 meses, inédito en una pesquería icónica y esencial para la flota de bajura gallega.

Las fechas de inicio y fin no están decididas. En esta campaña serán los meses de mayo y junio, sin concretar día todavía. Las de la siguiente se verá, pero hay consenso en que deben primar los criterios biológicos a la conveniencia del propio sector, ya no solo para que esta sea efectiva, sino para que el amarre tenga encaje en una parada biológica, subvencionable con fondos públicos.

Qué meses será mejor retirar las nasas del agua para proteger la población de cefalópodos es lo que se evaluará a partir de ahora. «Nós agora temos un proxecto a través da Federación Galega de Confrarías con científicos de Vigo para estudar os cambios ocorridos no polbo e tratar de descubrir cando é agora o desove e outras cuestións, porque parece que estabamos equivocados en todo canto hai», explica el presidente de las cofradías gallegas. Según dice, ese análisis arrancará en abril y en él están implicados varios pósitos, entre ellos el ribeirense.

El trabajo científico se reforzará con el del personal de la Unidade Técnica da Pesca de Baixura (UTPB), al que la Xunta ha encargado recoger más datos sobre el pulpo de los que recogía hasta ahora.

Controles más exigentes

No solo es preciso conocer en detalle «cando hai maior porcentaxe de femias ovadas para facela parada», también lo es que haya Gobierno en la Xunta y una persona responsable de la Consellería do Mar que no sea en funciones para perfilar ese paro biológico, señala José Manuel Rosas, patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pescadores de Pontevedra.

Y la misma importancia reviste el control. En ese sentido, también se está diseñando un plan de control y seguimiento de la actividad del que se encargarán los agentes de Gardacostas de Galicia, los guardapescas de las cofradías y servicios privados mucho más exigente. «Ten que ter maior repercusión o feito de coller a alguén facendo barrabasadas; non pode saír indemne o que colla polbo pequeno», señala Rosas, para el que «o que corta o millo antes de que teña espiga non é un profesional e o que mata o polbo que non debe, tampouco».

Dudas sobre si es que el cefalópodo escasea o si es que ha habido menos días de trabajo

«O polbo está nunha situación máis ou menos normal en comparación con calquera outro ano». El patrón mayor de Bueu pone en duda que el pulpo esté en tan mala situación como dan a entender las estadísticas de desembarcos en las lonjas gallegas. Tanto es así, que su puerto apostaba por parar este año solo mes y medio, por más que el conjunto de las de Pontevedra apoyaron los dos meses. Es cierto que en las estadísticas es perceptible que desde enero ha habido una caída «bastante significativa», pero, a su juicio, «non se lle pode atribuír a que o recurso estea moi mal», sino a que este está «sendo un ano peculiar a nivel meteorolóxico que non deixou traballar moitos días».

Así, el patrón mayor de Bueu señala que «se se traballara normalmente como calquera outro ano, ao mellor os resultados eran os mesmos na gráfica». Pone como ejemplo su puerto, donde el año pasado a estas alturas se habían vendido 44.141 kilos desde enero, este han sido 26.000 kilos, poco más de la mitad. «A diferenza é substancial, pero os días de traballo tamén foron moitos menos. Non se pode facer a comparativa porque non tivemos a oportunidade de traballar nin os mesmos días nin nas mesmas condicións», dice para rebatir lo que arrojan las estadísticas.

«Eu coido que o recurso é o mesmo», y lo que ocurre, según su tesis, es que «estamos nun tempo complicado, nuns meses nos que o mar non nos deixa traballar onde queremos e non se pode traballar normalmente», concluye.