Miriam Rúa: «Mi sueño ahora no es comprar casa; estoy en la edad de conocer mundo»

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

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La estradense trabaja en la internacionalización de una firma farmacéutica

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Husmear en el Instagram de Miriam Rúa (@miritalachingona) es morirse de la envidia. Sus publicaciones son pura alegría; píldoras de juventud y libertad con una pizca de humor en las que comparte con sus seguidores su nueva vida mexicana. Echando un vistazo, pudiera parecer que Miriam (A Estrada, 1998) vive de fiesta en fiesta y de viajecito en viajecito, pero eso es solo cierto a medias. La estradense tiene los pies en la tierra, la cabeza bien amueblada y un propósito claro: hay que aprovechar las oportunidades que te da la vida. Es así como se ha embarcado en esta aventura que la ha llevado a trabajar en Ciudad de México gracias a un programa del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).

Casi sorprende la sensatez con la que Miriam Rúa Reigada es capaz de ver la vida desde sus 25 años. «Es una experiencia que recomiendo al 100%. No todo el mundo quiere esto en su vida, pero yo soy un poco culo inquieto. Los cambios no me dan miedo. Al contrario. Me gustan los cambios. Tengo claro que de los 20 a los 30 años es la mejor edad para viajar y conocer otras culturas. Y si es trabajando, como en este caso, mucho mejor. Estar trabajando en otro país te enriquece en lo laboral y en lo personal», explica la becaria. «Estoy en la edad. Ahora no hay nada esperando por mí en España. Mis amigos y mis padres van a estar siempre ahí y mi sueño ahora no es comprarme una casa o un coche. Entiendo que otra gente pueda preferirlo, pero yo ahora quiero otra cosa», comenta.

Un día una amiga le habló a Miriam del Proyecto ICEX Vives y ella no se lo pensó dos veces. «Es un programa que ayuda a impulsar la internacionalización de las empresas españolas. Pueden participar jóvenes de 18 a 30 años que quieran vivir la experiencia de trabajar en el extranjero. Tú te registras, te das de alta como candidata y envías solicitudes a las ofertas de empleo que te interesen. Te seleccionan las empresas según el perfil que les interese, pero te paga la UE», explica Miriam Rúa.

La estradense es experta en márketing y comunicación. Al acabar sus estudios en el IES Manuel García Barros creía que sus dos vocaciones eran la enfermería y la farmacia. «Empecé a estudiar Enfermería pero vi que no era para mí», cuenta. «Después, como no tenía nada claro a qué dedicarme, me matriculé en ADE (Administración y Dirección de Empresas) pensando en que, como tiene muchas salidas, ya descubriría más adelante lo que me gustaba», explica. Y así fue. Por el camino tuvo tiempo de irse de Erasmus a Polonia, en plena era covid, y al final se decantó por Márketing y Comunicación. El máster que hizo en Madrid en esta especialidad le abrió las puertas del mercado laboral. Miriam Rúa trabajó en la empresa Mapfre en comunicación corporativa y en Mawdy —otra compañía del grupo— en márketing y desarrollo de negocio.

Lo dejó cuando consiguió las prácticas formativas en México del programa ICEX Vives. «Hice entrevistas para hacer prácticas formativas en Chicago, Irlanda y Sao Paulo y al final que cogieron en Ciudad de México», cuenta Miriam Rúa.

Dermocosmética

La estradense trabaja para la empresa española Inves Biofarm, un instituto farmacéutico biotecnológico que tiene su sede en Granada. «Primero estuve dos meses en Granada para conocer la empresa y su fábrica y el 10 de enero me vine a Ciudad de México», explica Miriam en una entrevista telefónica. «En España la empresa comercializa una línea de productos para el cuidado de la piel (antienvejecimiento, antimanchas, etcétera) y dermocosmética para uso profesional bajo el nombre de Inveskin. Invesderm es otra marca que se está internacionalizando en México y que trabaja con cuatro productos para el acné, úlceras, dermatitis y psoriasis y radiodermitis. Yo trabajo con las dos marcas en redes sociales, publicidad, página web y ahora ayudando a lanzar desde cero un nuevo producto en España: una crema para la dermatitis con una formulación única y revolucionaria», aconseja Miriam Rúa en su faceta más comercial.

Para la estradense, la experiencia está siendo enriquecedora en todos los sentidos. En lo profesional, obviamente, y también en lo personal, por el descubrimiento de una nueva cultura que la tiene enganchada por completo.

Desayuno con tacos y quesadillas, muchos viajes y un chile rojo tatuado en la piel

Cuando alguien le pregunta a Miriam Rúa qué es lo que más le gusta de México, ella no duda ni un segundo en contestar. «Todo me gusta», asegura.

La estradense reconoce que inició el viaje con muchos prejuicios. «Yo iba tranquila, pero al comentarle a la gente que me iba, la gente se espantaba porque lo veían muy peligroso. Me metieron eso en la cabeza y los primeros días iba con el bolso agarrado. Simplemente tienes que saber por dónde moverte. Yo en cuatro mese no tuve ni un problema», explica.

En esos cuatro meses, Miriam ya ha tenido tiempo de conocer Oaxaca, Guadalajara, Morelos, Querétano, Guanajuato y Puebla. Y aún tiene pendientes Cancún, Tulum o Mérida. Además, la estradense ha aprovechado la proximidad para viajar por Estados Unidos y en agosto tiene previsto irse a Brasil.

La comida ha sido uno de sus grandes descubrimientos mexicanos. «No se parece en nada a la de los restaurantes mexicanos que suele haber en España. Los tacos más ricos son los de los puestos de la calle. Vas a los puestos con parrilla en la calle y ya. Es lo más rico. Solo tienes que ir a los que ves que mucha gente y es bueno seguro», cuenta.

A Miriam le encanta la forma de hablar y la amabilidad de los mexicanos. «Es un país muy educado. En cualquier lado, vayas donde vayas, siempre hay una sonrisa», dice. También le gusta explorar los choques culturales. «Aquí desayunan a las siete de la mañana tacos, gorditas y quesadillas», cuenta.

Tan metida está en la cultura mexicana que hasta se ha animado a tatuarse un chile rojo como recuerdo de esta etapa vital. La aventura se termina el 29 de octubre, pero Miriam le está sacando todo el jugo que puede.