En las dos comarcas residen 8.523 personas sin estudios, según el IGE

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

Parte son extranjeros que no han podido convalidar sus titulaciones

05 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En el último informe del Instituto Galego de Estadística se recoge la existencia de un total de 8.523 personas que residen en Deza y Tabeirós-Terra de Montes y que bien no saben ni leer ni escribir o no tienen estudios. Detrás de esa cifra se esconde también otra realidad, la de muchos extranjeros que viven en la zona y que, aunque realizaron incluso estudios universitarios no han podido convalidarlos en nuestro país.

De ese total de personas sin estudios mayores de 16 años que recoge el IGE, 5.447 las aportan los municipios de Deza y 3.046 los de Tabeirós. Por concellos, se contabilizan 371 en Agolada, 241 en Dozón, 2.438 en Lalín, 482 en Rodeiro, 1.098 en Silleda, y 1.117 en Vila de Cruces. A estos se añaden 234 en Cerdedo, 2.193 en A Estrada y 619 en Forcarei.

Otros 9.680 censados: 6.664 en Deza y 3.016 en Tabeirós cuentan con estudios primeros y son personas que fueron a la escuela cinco años o más pero no completaron los estudios básicos de la antigua EGB, ESO o el viejo bachillerato elemental.

El grueso de la población, con un total de 35.015 personas en la zona, cuenta con estudios secundarios. Una lista que incluye a aquellos que terminaron EGB, la ESO o bachillerato elemental, el superior, BUP o alguna de las variantes de bachilleratos LOGSE, COU o PREU y los que cuentan con una FP de grado medio; incluyendo también a aquellos que están en posesión del título de FP profesional antes del 2001. De estos 21.841 están en Deza y 13.171 en Tabeirós. Por concellos, Lalín cuenta con 10.993 y A Estrada con 10.651.

Las personas con estudios superiores: licenciaturas o grados universitarios, son 6.103: 3.475 en Deza y 2.628 en Tabeirós-Terra de Montes.

Tanto en la delegación de la UNED de Lalín como en los institutos de la zona como en Laxeiro donde se cursan estudios para obtener los títulos de la ESO o de Bachiller saben mucho de las dificultades de muchos extranjeros para convalidar sus titulaciones.

José Antonio Rodríguez, de la UNED, explica que «temos consultas de moita xente que ten títulos universitarios e estudou carreiras fora e lles é moi difícil homologalas». Las convalidaciones las realiza el Ministerio de Educación y muchas veces los peticionarios se encuentran con que su carrera no tiene un equivalente en nuestro país. Es el caso, apunta de un ingeniero del petróleo, una ingeniería que en España no existe y solo se imparte relacionado con este tipo de formación algún máster, uno de ellos en la Politécnica de Madrid. Son, apunta, «homes e mulleres con titulación de fora da Unión Europea que non teñen unha equivalencia clara en España».

Paula Ríos del IES Laxeiro tienen el caso de alguna persona de Venezuela con carrera universitaria que no puede sacar sus títulos del país y empezó de cero cursando la ESA primero y ahora Bachillerato. En los grupos de adultos tienen gente de Venezuela, Brasil, Colombia, Portugal, República Dominicana, Cuba, Paraguay y Nicaragua cursando estudios con la idea de realizar después alguna FP y conseguir mejores trabajos mejorando su currículo.

«Mi título original lleva años en la delegación de Pontevedra»

Florence Gonçalves tiene doble nacional lusa y francesa y en Francia realizó sus estudios. Hizo una licenciatra equivalente a Empresariales. Llegó a Lalín en el 98 y tiene desde entonces su título oficial original en la delegación de Pontevedra. Una de las razones que le dieron para no convalidar su título «era que no había estudiado el entorno de las empresas en Galicia». Habla varios idiomas y gracias a eso «siempre fui encontrando trabajo». Lo que sí consiguió fue homologar el de Bachiller.

«Hice la carrera en Nicaragua y aquí solo pude homologar el título de bachiller»

Nathalia Martínez estudió Odontología en Nicaragua y aquí se encontró con las dificultades para poder homologar su titulación, Cuenta que «lleva mucho, más de tres años y durante ese tiempo no tienes ninguna noticia hasta que te llega la carta». Tendría que estudiar varias materias para conseguir los créditos que supuestamente le faltan. «Es un montón, casi como estudiar otra vez la carrera y además la Universidad más cercana está en Santiago. Tengo un niño pequeño y necesito trabajar». «Hice de todo, trabajé como auxiliar en una clínica dental, cuidando mayores y ahora estoy en una oficina de venta de seguros como auxiliar administrativa. Solo conseguí homologar el bachillerato», explica.

«Tengo mucha experiencia, es mi vocación pero no puedo trabajar»

Chaima El Gzouli es matrona y enfermera, una profesión que ejerció en Marruecos, su país natal y donde realizó todos sus estudios. Pese a todas sus prácticas, su gran experiencia profesional y todos sus estudios «es como si todo ese esfuerzo no valiera de nada y aquí no tienes nada».

Intentó convalidar sus estudios de técnico profesional, que sería el equivalente aquí pero lo primero que le pedían, dice, era una traducción que costaba cerca de 400 euros de todos los papeles que le habían mandado desde Marruecos. Su formación no tiene un equivalente exacto aquí, sería Enfermería. Lo que quiera «es poder trabajar en un hospital, aunque sea en un nivel más bajo al mío. Yo estaba de matrona principal en una clínica de Marruecos, trabajé en clínicas, en hospitales, atendí muchos partos normales sola, trabajé con muchos ginecólogos en los posoperatorios y trabajé en Enfermería general». «Me da mucha pena mirar mis diplomas y que no te den ninguna oportunidad. Te cierran todas las puertas», apunta. Sabe de alguna chica que tiene sus diplomas y está trabajando en Francia, pero para convalidar los estudios en Francia, explica, «tendría que tener la nacionalidad o, al menos, estar residiendo allí». Para ella su carrera no es solo su profesión sino también su vocación: «Me gusta mucho y cuando trabajo en lo mío me siento muy bien, es distinto a otras cosas, trabajas con corazón». Aquí, apunta con pesar, «pese a que hacen falta enfermeras y matronas, no puedes trabajar». Madre de dos hijos trabajó con mayores y lo que encontró.