Abanca, un paso más cerca de hacerse con el luso EuroBic

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

Sandra Alonso

Retoma una operación de la que dio marcha atrás en el 2020 por desavenencias con la principal accionista del banco portugués

15 may 2022 . Actualizado a las 13:01 h.

El crecimiento vía adquisiciones es una de las señas de identidad de la carrera de Juan Carlos Escotet desde sus inicios como banquero. Una impronta que el ejecutivo ha seguido cultivando desde su desembarco en España con la compra del Etchevarría y la posterior adquisición de Novagalicia Banco, hoy Abanca.

La entidad gallega ha combinado en los últimos años esta estrategia con el propio crecimiento orgánico de la entidad, que cerró el primer trimestre del año con un beneficio de 81 millones de euros.

En ese historial de adquisiciones destacan la compra, en el 2017, del negocio de crédito al consumo del ya desaparecido Banco Popular, la de la filial portuguesa de Deutsche Bank, la de las redes españolas de los lusos Caixa Geral y Novobanco, y la de Bankoa.

Precisamente al mercado portugués vuelve a mirar ahora Escotet con la intención de hacerse con el luso EuroBic, una operación para la que, según la prensa portuguesa, ya cuenta con el visto bueno de los principales accionistas de la entidad y en la que, según esas mismas informaciones, habría puesto sobre la mesa 210 millones de euros.

No es la primera vez que Abanca negocia la adquisición del portugués. Ya lo hizo en el 2020 y tuvo que dar marcha atrás por discrepancias con la principal accionista de Eurobic, Isabel dos Santos. Ahora cuenta con la luz verde de esta, que tiene en sus manos el 42,5 % del capital, y con la de Fernando Teles, que controla el 37,5 %. En cualquier caso, lo operación estaría aún lejos de culminarse. Entre otras cosas, porque necesita la autorización de las autoridades de Angola por el embargo judicial que pesa sobre Dos Santos.

Eurobic cuenta en Portugal con una cuota de mercado próxima al 2 %, un total de 184 oficinas, unos 1.400 empleados y unos 257.000 clientes.

Con todo, y pese al fructífero historial de adquisiciones que acumula desde que Escotet tomó el timón, tiene el banco gallego alguna que otra espina clavada por operaciones fallidas. Sobre todo una, la de Liberbank, que rechazó su oferta y terminó por fusionarse con Unicaja.