PSOE y PP cambian de opinión y permiten tramitar la regularización de medio millón de inmigrantes

Ander Azpiroz MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Imagen de las jornadas de puertas abiertas en el Congreso de los Diputados.
Imagen de las jornadas de puertas abiertas en el Congreso de los Diputados. Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Vox se queda solo en el primer paso para la posible aprobación de una Iniciativa Legislativa Popular que cuenta con el apoyo de 700.000 firmas ciudadanas y de la Iglesia

09 abr 2024 . Actualizado a las 16:47 h.

PSOE y Partido Popular cedieron finalmente a las presiones de los más de 700.000 ciudadanos que con sus firmas avalaron ante el Congreso una iniciativa legislativa popular (ILP) que pide la regulación de 500.000 inmigrantes simpapeles. A la propuesta se sumó desde un primer momento además la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Ya la mañana de este martes anunció su apoyo el PSOE, quien hasta el día de hoy se había mostrado reacio a darle su respaldo alegando que puede violar la legislación europea. En el 2004 con José Luis Rodríguez Zapatero recién llegado a la Moncloa se adoptó una idéntica decisión que benefició a 700.000 personas, pero que le valió al Gobierno socialista de entonces una batería de protestas de sus socios de la UE, muy especialmente desde Francia.

El cambio de posición de los socialistas dejó la pelota en el tejado del PP y de Junts. En el caso de los populares una abstención ya serviría de por sí para que saliera adelante la tramitación pero a falta de que anuncién su posición la votación ya está decidida. Alberto Núñez Feijóo avanzó esta mañana en una entrevista en la COPE que los inmigrantes en situación irregular «pueden estar tranquilos porque el PP es sensible con ellos y buscará soluciones para una inclusión social correcta y legal». La diputada Sofía Acedo, explicó después la posición de la formación conservadora desde el atril del Congreso: «Damos salida a esta toma en consideración de la iniciativa porque nos lo ha pedido Cáritas y los empleadores necesitan mano de obra».

Desde la Conferencia Episcopal se llevaba día presionando a los partidos para que su voto fuera a favor. De hecho una de las oenegé que lanzaron la propuesta fue Cáritas, dependiente de la Iglesia católica. «Los diputados han de lograr acuerdos sobre cuestiones centrales de la dignidad humana y la convivencia. La inmigración lo es», señaló Luis Argúello, presidente de la CEE.

La formación de Carles Puigdemont, asediada por su derecha por fuerzas catalanistas antiinmigración, guardó silencio sobre el sentido de su voto hasta el último momento, pero a pocos minutos del comienzo del debate anunció su sí para dar voz a las mayorías, pero eludió entrar en «el fondo del asunto». Su voto a favor aseguró la mayoría absoluta ya antes de que se posicionará el PP.

Quien no apoya en ningún caso la ILP es Vox. «Es ilegal y se plantea una idea subyacente para una sustitución poblacional», argumentó Pepa Millán, portavoz en el Congreso de la formación de Santiago Abascal.

Un largo proceso

Que la mayoría del Congreso haya aceptado tramitar la ILP que regularía la situación de medio millón de inmigrantes no quiere decir que la propuesta vaya a salir adelante, al menos tal y como está formulada.  La iniciativa popular pasará ahora a manos de una comisión parlamentaria. En ese nuevo debate los partidos pueden rechazarla, modificarla a fondo hasta desnaturalizarla o, como se denomina el el argot parlamentarios a las leyes que se guardan en un cajón, «dejarla dormir el sueño de los justos».