Los socialistas ignoran el órdago de Puigdemont: «El ganador de las elecciones fue Salvador Illa»

Paula de las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

PSOE y PSC cierran la puerta a facilitar el gobierno al expresidente, confían en que ERC reconsidere su decisión de pasar sin más a la oposición y piden a los republicanos que, al menos, no bloqueen

13 may 2024 . Actualizado a las 17:36 h.

No hay ni la más mínima posibilidad de que el PSC, ganador de las elecciones del 12M en Cataluña, se haga a un lado para permitir que Carles Puigdemont pueda ser investido presidente de la Generalitat, como pretende. Lo afirman en la ejecutiva de Salvador Illa y lo ratifican en la de Pedro Sánchez. Los socialistas defienden que los catalanes han sido claros al manifestar su deseo «empezar una nueva etapa», que el único que está en condiciones de pilotarla es el exministro de Sanidad y que, pese a sus amagos, Junts no hará nada para tumbar al Gobierno central.

Los resultados de este 12 de mayo son complejos de gestionar. Ningún partido alcanza por sí solo la mayoría absoluta, situada en 68 escaños, pero la gran novedad respecto a la última década es que, por primera vez, la suma de las fuerzas independentistas no da. Eso, sumado al hecho de que, a diferencia de lo que ocurrió en el 2021, la ventaja del primer partido sobre el segundo es clara -Illa supera en siete escaños a Puigdemont- es clave.

No hay salida al bloqueo que no pase por un acuerdo transversal que dinamite el eje en el que desde 2012 se ha estado moviendo la política catalana, el del secesionismo versus constitucionalismo. Y la elección del PSC es un pacto de gobernabilidad progresista junto a ERC y los comunes, aun a sabiendas de que, hoy por hoy, la lectura interna que han hecho los republicanos de su debacle (han pasado de 33 escaños y liderar el bloque independentista a solo 20) es la de que deben tomar distancias y ejercer de oposición.

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No hay salida al bloqueo que no pase por un acuerdo transversal que dinamite el eje en el que desde 2012 se ha estado moviendo la política catalana, el del secesionismo 'versus' constitucionalismo. Y la elección del PSC es un pacto de gobernabilidad progresista junto a ERC y los comunes, aun a sabiendas de que, hoy por hoy, la lectura interna que han hecho los republicanos de su debacle (han pasado de 33 escaños y liderar el bloque independentista a solo 20) es la de que deben tomar distancias y ejercer de oposición.