Un golpe encima de la mesa y una muestra de confianza absoluta

PATXI SALINAS

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

19 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La renovación de Claudio Giráldez es un golpe encima de la mesa, un respaldo y una muestra de la confianza absoluta que tienen en él. También es un refuerzo de cara a la gente y a la plantilla, porque ya se sabe cómo es el futbolista y no es lo mismo tener la duda o la especulación de si va a seguir que saber que sí.

Además, se toma la decisión en un momento complicado y eso le da todavía más significado. Me alegré mucho de que se apostara por un técnico de la casa y me alegro de que sea una apuesta de futuro. Y creo que va a salir bien. Después de la victoria en Sevilla, que era importantísima, los resultados no han acompañado como hubiéramos querido, pero veo bien al equipo, con plantilla suficiente para mantenerse de sobra. Soy muy optimista.

Sí es cierto que no ha sido una temporada nada buena, sobre todo teniendo en cuenta que era la del centenario. No sé si calificarla de mala, decepcionante o pésima. Nos vamos a salvar porque hay equipos peores y este aniversario tenía que haberse celebrado de otra manera.

Pero de cara a futuro, ojalá que Claudio pueda dar muchas alegrías al celtismo. Lo tuve como jugador en el Ourense y lo recuerdo como un futbolista técnicamente bueno, de pelota. Tenía otros de mucho trabajo y él era más de los de calidad, un lateral izquierdo con mucho recorrido por la banda. Pero, sobre todo, lo recuerdo como un chaval fantástico y muy integrado en el vestuario.

No puedo decir que le viera futuro de entrenador, porque con esas edades lo ves muy lejano y no es algo que te plantees. Pero le seguí en el Celta B, me alegré mucho de sus éxitos en el filial y deseo de todo corazón que le vaya bien, por él y por el Celta. Celebro que un tío de cantera tenga ocasión de entrenar al primer equipo y ojalá triunfe.