Italia anuncia un plan para quitar muchos de sus radares porque «poco tienen que ver con la seguridad»

I. G. LA VOZ

INTERNACIONAL

Imágenes de archivo de un radar y la bandera italiana
Imágenes de archivo de un radar y la bandera italiana XOÁN A. SOLER | EFE

«Son útiles en las zonas de mayor riesgo, pero no pueden colocarse en todas partes», argumenta el ministro de Infraestructura y Transporte del país transalpino, Matteo Salvini

28 mar 2024 . Actualizado a las 18:24 h.

Europa es el continente con mayor número de radares del mundo. Más de 66.000 dispositivos de control de velocidad están instalados en sus carreteras. Solo Rusia, con más de 18.000, supone casi la tercera parte del total. Según los datos de SCDB, que recopila información sobre cinemómetros, España tiene «solo» 2.278 detectores (menos que Francia -3.824-, Alemania -4.720 o Gran Bretaña -7.797-). Italia, multiplica por cinco esa cifra y rebasa los 11.000 radares en su territorio, convirtiéndose en el líder de la UE. Y eso que su superficie es mucho menor que la española (301.338 kilómetros cuadrados frente a los más de 500.000 de nuestro país). Sin embargo, los conductores italianos parece que no van a vivir este férreo control mucho más tiempo. El Gobierno del país, presidido por Georgia Meloni, quiere reducir el número de radares y desprenderse especialmente de aquellos que tan solo tienen un afán recaudatorio, la mayor parte de ellos en manos de los municipios del país, los llamados Comune. El ministro de Infraestructura y Transporte del país transalpino, Matteo Salvini, lo consideraba el mes pasado uno de los ejes del nuevo Código de Circulación. «Como ministerio, estamos comprometidos a limitar la proliferación de radares de tráfico en todas partes. Los detectores de velocidad son útiles en las zonas y carreteras de mayor riesgo, pero no pueden colocarse sin ningún motivo de seguridad, sólo para acosar a trabajadores y automovilistas», argumentaba en su perfil oficial de X (antes Twitter). «Para salvar vidas cerca de escuelas y hospitales ya existen radares, pero colocados de la noche a la mañana en grandes carreteras para gravar a los automovilistas, poco tienen que ver con la seguridad», añadiría.   

Acabar con el «afán recaudatorio» y mejorar la seguridad

Los partidos de la coalición de derecha que gobiernan Italia, como la Liga -que lidera Salvini-, Forza Italia -el que fundó Berusconi- o Hermanos de Italia -el de la presidente Meloni-, plantean en la nueva normativa prohibir radares en vías urbanas con una velocidad límite menor a los 50 kilómetros por hora (estarían prohibidos los de 30 km/h tan habituales en muchos lugares también en España). Tampoco podría haberlos en vías provinciales, comarcales y locales si la velocidad máxima permitida es inferior a 90 km/h. El propio titular de Transporte italiano anunciaba esta misma semana que la nueva norma de circulación era aprobada en la cámara italiana. 

Otro de los argumentos empleados por la coalición de Gobierno es que la masiva presencia de radares no ha redundado en mayor seguridad. Según datos de 2022, las muertes por accidentes de tráfico se incrementaban entonces con respecto al año anterior casi un 10 %. Otros medios del país, indicaban que el «descontento ciudadano» con los sistemas de control de velocidad tenían que ver también con la «falta de transparencia» sobre el destino real de los ingresos que los municipios (Comune) obtenían con los siempre polémicos radares. Tullio Ferrante, subsecretario de Transporte, señalaba que el afán recaudatorio a cuenta de la ciudadanía era «una conducta reprobable». Los ingresos deberían ir destinados «a la mejora de las condiciones de seguridad y de la calidad de las carreteras», que es para lo que realmente fueron pensados.