Citroën C5X: para llevárselo hoy mismo

Por Javier Armesto

MOTOR ON

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Con un comportamiento ultraconfortable, gracias a su suspensión de topes hidráulicos y a una caja automática de ocho marchas, este C5X ofrece modernas mecánicas de gasolina e híbridas enchufables. Y encima se puede adquirir ya, sin tener que esperar nada.

23 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El DS21, el CX, el XM, el C6… Todos recordamos aquellos modelos con los que Citroën se sitúo en la vanguardia del diseño y la tecnología automovilística, y el nuevo C5X es su digno heredero. Un coche de 4,81 metros de largo, con un morro afilado y un portón trasero que desciende suavemente culminando en un llamativo alerón justo en la base de la luneta.

El bloqueo y desbloqueo del coche es manos libres, por lo que no tenemos que sacar el mando del bolsillo para nada. El interior muestra una imagen moderna, con una pantalla panorámica de 12 pulgadas en el centro del salpicadero y un volante de cuero con la parte superior e inferior planas. Nada más sentarnos apreciamos una de las características clave de este automóvil, su comodidad, y es que las butacas delanteras tienen un mullido y una amplitud que permiten hacer muchos kilómetros sin que el cuerpo se resienta. La tapicería es de TEP (tejido con revestimiento de poliamida), agradable al tacto, menos calurosa en verano que la piel auténtica y fácilmente lavable.

La visibilidad por el retrovisor interior está un poco limitada por la inclinación de la luneta y algunos mandos han sido ubicados un poco lejos del alcance del conductor, como la rueda para encender o apagar el sistema multimedia y manejar el volumen (aunque hay botones de acceso directo en el volante). El espacio para las piernas es generoso, tanto delante como detrás, mientras que la altura al techo es un poco más justa. El maletero ofrece 545 litros de capacidad y tiene unas formas muy aprovechables, además de una boca de carga enorme gracias a su apertura de portón. Bajo el piso hay espacio para una rueda de galleta y mediante unos tiradores podemos abatir los respaldos traseros, aunque no queda una superficie plana.

El Citroën C5X tiene motorizaciones de gasolina e híbrida enchufable. Entre las primeras hay una versión de tres cilindros y 130 caballos y otra de cuatro cilindros y 180 caballos, que es la que hemos probado. Desde el primer momento llama la atención la agilidad del coche, lo ligero que se siente. Pesa alrededor de 1.550 kilos, que es poco para un vehículo de estas dimensiones y especialmente si lo comparamos con sus hermanos PHEV, cuya batería suma 250 kilos a la masa total. Así que conducir este coche es una gozada, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y mucha soltura en las recuperaciones. A ello ayuda una caja de marchas automática de ocho relaciones, cuyo escalonamiento permite obtener una respuesta inmediata incluso yendo en la más alta de todas: con rapidez y suavidad, baja una o dos marchas para atender la mayor demanda de potencia.

Tenemos tres modos de conducción, Eco, Comfort y Sport, en el que la dirección se endurece y el motor estira un poco más las marchas para ir más alegre. Pero el denominador común es la comodidad: la suspensión con topes hidráulicos, que ya probamos en el C5 Aircross y el ë-C4, hace aquí un trabajo excelente, con una amortiguación perfecta sin que el coche vaya flotando, y ello se traduce en un confort y una finura de conducción sobresalientes. Inclina un poco en las curvas, pero el apoyo y la nobleza de comportamiento hacen que pueda circular a ritmos rápidos incluso en carreteras sinuosas. El motor no se escucha salvo cuando aceleramos a tope, y la única banda sonora es el viento.

El Citroën C5X está disponible desde 33.600 euros en la versión de 130 caballos, que es más lenta (11,3 segundos en el 0 a 100 km/h), mientras que la de 180 caballos con el acabado Shine se va a los 41.000 euros. Los híbridos enchufables parten de 44.000 euros y hay dos potencias disponibles, 181 y 224 caballos, ambos con una autonomía eléctrica de unos 60 kilómetros. Lo bueno de este coche es que actualmente hay unidades disponibles para su compra inmediata, sin el cuello de botella que en otras épocas y con otros modelos implicaba tener que esperar entre ocho y doce meses.

La suspensión de topes hidráulicos ofrece una amortiguación perfecta, sin que el coche vaya flotando