Pedro Ruiz, artista: «En mi vida saqué la conclusión de que resistir es lo único que importa»

x. m. r. OURENSE

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Pedro Ruiz en una foto de archivo
Pedro Ruiz en una foto de archivo CESAR QUIAN

El presentador, actor y cantante estará el día 11 en el Principal con la obra «Mi vida es una anécdota»

04 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue uno de los pioneros en muchas cosas —en la radio, en los programas deportivos, en los espacios de entrevistas y en otros formatos televisivos— y también de los que marcaron época en aspectos como las censuras y vetos por sus opiniones o los desencuentros y denuncias por la cancelación de programas en televisión. Presentador, cantante, actor y autor de un buen número de libros —entre otras cosas— Pedro Ruiz (Barcelona, 1947) llega de gira con lo que califica como su «mejor guion». El espectáculo «Mi vida es una anécdota» estará el próximo día 11 en el Teatro Principal de Ourense —con sesiones a las seis y ocho y media de la tarde— y su protagonista promete «una función única y exclusiva con todas las anécdotas relevantes, divertidas e insospechadas entre canciones propias, parodias y poemas bajo un ambiente íntimo y personal».

—¿En que consiste su «Confidencial»?

—Es un espectáculo basado en hechos reales en el que se crea una atmósfera muy cercana al público y una puesta en escena en la que destaca la complicidad con el espectador. Y como es marca de la casa en lo que hago habrá canciones, teatro, parodias, pantallas y otros elementos. Por cierto, será la primera vez que actúe en Ourense. Que recuerde solo estuve una vez, y fue para la inauguración de un hotel.

—¿En qué consisten sus anécdotas relevantes?

—Hablamos un poco de todo. De política, de deportes, de actualidad... No se trata de contar mi vida, no es eso, pero sí aspectos que pueden ser de interés o curiosos y de los que puedo dar fe por haber participado o conocido de primera mano. Me gusta estar muy cerca del público y este montaje es muy próximo y me permite interactuar con la gente como si estuviéramos en salón de mi casa. Pero es eso, un espectáculo. No se trata de contar mi vida. Lo que transmito son episodios o vivencias en las que el espectador ve que lo mismo que le acontece a él le pasa al Rey, a Zidane, Maradona, Bárbara Rey o Paco de Lucía, entre otros.

—¿Cómo desarrolla su propuesta en el escenario?

—El espectáculo se desarrolla en base a un guion y cuenta con muchos vídeos y otros elementos que ratifican lo que estoy contando. Lo mismo con Paco de Lucía, Lola Flores, Estefanía de Mónaco... tengo que tener un orden. Pero dentro del mismo siempre improviso, porque se trata de una reunión que sé bien a dónde me va a conducir, tanto para parodiar tal cosa o cantar tal asunto. Pero tal y como lo hilo me obliga a estar vivo, y creo que eso el público lo percibe. Y luego pueden hacer preguntas.

—Con su recorrido tendrá mucho que contar.

—Sí. Pero he elegido cosas que sean sorprendentes, teatralizables, cantables y, sobre todo, positivas. Hay alguna cosa de conflicto pero no utilizo mi tiempo para hablar mal de nadie. Cuanto más te quites importancia más libre eres, esa es mi filosofía.

—Fue una de las figuras mediáticas de este país. ¿Qué destacaría de aquella etapa?

—Sobre todo la resistencia. Y que jamás he creído ni en las crestas ni en los valles. Siempre he sabido a lo que estábamos jugando; sabía lo que estaba pasando —en la dictadura y con los respectivos gobiernos— y no quiero hacer de esto una bandera. En la vida lo importante es seguir siendo. Saqué la conclusión de que resistir es lo único que importa. Cuando estaban unos creían que era de los otros y cuando estaban los otros creían que era de los unos. Pero no soy de nadie, no he votado nunca. Y no por desprecio sino por respetar a las mayorías y hacer mi propio camino. Soy un artista y esa es la filosofía de mi trayectoria.

—O sea que usted es como el de la pintada «El rey y yo no votamos».

—Nunca voté, pero tampoco lo hice en la universidad cuando había que elegir al representante del curso o en el instituto. Yo he jugado muy bien al fútbol —también hablo de eso en el espectáculo— y nunca he querido ser capitán. Me he sentido siempre un hombre al margen. No he creído nunca, y lo digo con todo el respeto para los demás, en las identidades colectivas. No soy ni catalán, ni español ni de otro lugar... solo me siento un bichito del planeta. Y así he querido seguir.

—En los tiempos que corren eso no cotiza al alza.

—A mí me da igual, yo juego a la vida no a la bolsa. Estoy empezando —ya sé que suena a frase publicitaria— y tengo infinitos proyectos. Tanto de canciones como de películas —voy a dirigir una este año—, volver a la tele y hacer más teatro. Pienso que en el ataúd no cabe nada, ni el ego, y lo único que te llevas son las sensaciones. Y a eso voy a apostar siempre.

—En este momento en el que lo audiovisual lo inunda todo, y tienen protagonismo algunas personas de su etapa en televisión, ¿se ve en una serie?

—No, nunca. Tampoco en una película, si no la hago yo. No creo en lo mercantil y no hablo de mi vida privada.