El Alto do Príncipe, en las islas Cíes: un trono para la reina de los atardeceres

SOCIEDAD

La silla de la Reina, en el Alto do Príncipe, se alza sobre un acantilado con vistas al atardecer marino.
La silla de la Reina, en el Alto do Príncipe, se alza sobre un acantilado con vistas al atardecer marino. PITA

Rivaliza con A Moa del monte Pindo por sus míticas panorámicas marinas y por las cazoletas que horadan sus cimas. Pero no todos tienen una silla como balcón natural para ver la puesta de sol

16 mar 2024 . Actualizado a las 09:23 h.

No todo va a ser playa. Y encima te brindan una cómoda butaca labrada en granito al borde del acantilado de 120 metros de altura para disfrutar desde un palco natural del espectáculo del sol hundiéndose en el océano. Más no se puede pedir. El mirador de la Silla de la Reina, que preside el Alto do Príncipe, en la isla de Monteagudo, es uno de los secretos mejor guardados de las Cíes. Aún así, en Semana Santa o en verano este balcón pétreo atrae a decenas de parejas de enamorados y turistas con sus palos de selfi que suben caminando a la cima por una senda azul para sacarse una autofoto posando ante un atardecer marino. Algunos sueñan con ver el rayo verde, que algún fotógrafo ha inmortalizado en estas aguas.

En pleno auge del senderismo, esta ruta, menos conocida que la que conduce al faro, hará las delicias de los visitantes de las Cíes que buscan algo más que disfrutar de la fina arena de sus playas o de sus aguas cristalinas. Para regresar de esta expedición hay que ir provisto de linterna o, en último recurso, usar la luz del móvil. La idea es subir caminando por la senda azul, una de las tres rutas oficiales de senderismo de Vigo ligadas al mar, una hora y media antes del atardecer y volver al campamento ya anochecido bajando por el monte. En días despejados, la excursión vale la pena porque la puesta de sol habría sobrecogido al más aguerrido legionario romano que vio por primera vez un atardecer en el mar.

A la cima del Alto del Príncipe, en las islas Cíes, se sube desde la playa de Figueiras hasta hacer cumbre a 120 metros, que domina los acantilados de la isla de Monteagudo. La cima es un capricho de la naturaleza y lo tiene todo. Las vistas de pájaro a la isla del faro, a veces cubierto de niebla, y a la playa de Rodas son impresionantes. El visitante también tiene una visual de la desconocida cara oculta de la isla: los acantilados que dan al océano, invisibles desde Vigo. Pura roca. Desde ahí se ven sobrevolar a las aves marinas sobre los nidos de las paredes (a mitad de camino hay un observatorio de pájaros) y se distinguen en la superficie del mar unas estelas que podrían ser de delfines. Escuchar el sonido del viento y de las aves nos reconcilia con la naturaleza.

Las vistas a la isla del faro
Las vistas a la isla del faro PITA

La cima del Príncipe tiene otro atractivo. El suelo, la laxe, está acribillado de cráteres, las llamadas cazoletas que son perforaciones circulares originadas por meteorización química, y que aportan un aire fantasmagórico al lugar. Recuerda a las cazoletas de A Moa, la cumbre del monte Pindo, con vistas a Fisterra.

¿Cómo llegar?

La Ruta Azul al mirador sale de la caseta de información, pasa por la playa de Figueiras y sube al monte. Son 3 kilómetros.

¿Qué ver?

El Mirador de la Silla de la Reina y la isla Monte Faro.