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Aparecen en la playa de A Lanzada los cuerpos de cuatro delfines y una cabra

Marcos Gago Otero
Marcos Gago SANXENXO / LA VOZ

SOMOS MAR

Playa de A Lanzada
Playa de A Lanzada M.G.

La Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) explicó que las olas fueron empujando a los animales muertos en los últimos días

12 mar 2024 . Actualizado a las 13:28 h.

La playa de A Lanzada, entre Sanxenxo y O Grove, es un lugar expuesto a las corrientes del océano Atlántico y, por lo tanto, es frecuente que lleguen a sus orillas animales muertos como arroaces y delfines, así como todo tipo de basura que flote o se encuentre en el mar. A lo que ya no están tan acostumbrados los vecinos ni los científicos a encontrarse en la playa es a una cabra muerta y empujada por las olas hasta las costa. Esto es precisamente lo que ocurrió este fin de semana cuando un fuerte temporal azotó las costas de Galicia y arenales como A Lanzada se llenaron de troncos, ramas, multitud de algas, plásticos y otros residuos y, de forma más destacada, cuatro delfines y una cabra. Sin duda este último es el hallazgo que más ha sorprendido a vecinos y biólogos porque no es ni mucho menos normal encontrarse con una cabra muerta en la línea de la marea. Pudo ser un animal que cayó al mar desde una finca en la costa, pero no se sabe de dónde procede. El animal estaba en avanzado estado de descomposición, al igual que los delfines que las corrientes arrastraron en distintos momentos al litoral de O Salnés.  Los científicos de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños de Galicia (CEMMA) acudieron hasta A Lanzada y realizaron las tomas de muestras de los delfines, que servirán para complementar su banco de tejidos y estudios sobre los cetáceos que viven o pasan frente al litoral gallego.

Es inusual que una cabra acabe apareciendo muerta en una playa, pero en Sanxenxo se han encontrado cosas aún más raras. Quizás el animal muerto y que no vive en un entorno marino que, en su momento, hizo correr ríos de tinta fue el buey de 400 kilos que apareció también muerto en la playa de Bascuas en el 2014. Su retirada de la zona rocosa a dónde lo empujó la marea fue toda una prueba de destreza para los integrantes del Servizo de Emerxencias de Sanxenxo, que lograron concluir con éxito el dispositivo. Los crotales que tenía el animal sirvieron para identificar su procedencia, Irlanda, aunque se supone que pudo caer de un barco que pasó frente a la costa gallega.

Por otra parte, y dada su ubicación tan expuesta a la acción del Atlántico, es relativamente fácil que acabe apareciendo en la costa de Sanxenxo de vez en cuando algún ejemplar de ballena o de cachalote muertos. Cuando esto ocurre se convierten en foco de atención de curiosos y vecinos, que acuden en buen número a ver un gran cetáceo hasta que lo retiren de la playa. En algunos casos, como una cachalote que el mar empujó hasta Montalvo, se pudo recuperar su esqueleto, que hoy se exhibe en el Museo do Mar en Vigo.