«No soporto ni los musicales cursis ni sus historias 'hetero'»

VIGO

El actor posee una colección de bandas sonoras de musicales a pesar de reconocer que aborrece la esencia del género

13 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Roberto Cordovani es un actor sorprendente, camaleónico y recalcitrante. ¿Por qué? Porque hace veinte años apostó por desarrollar su carrera en Galicia sin renunciar a su idioma materno, el portugués, especializándose, además, en papeles de mujer. Y sin embargo, pese a esas premisas tan poco halagüeñas, ha conseguido lo que se proponía: ser un reconocido artista, sacar adelante su propia compañía y ser propietario de su propio teatro de repertorio en Vigo junto a su compañero Eisenhower Moreno.

En el cuerpo de Roberto caben casi todos los mitos de la historia moderna, desde Greta Garbo a Evita Perón, y en su cabeza, las mejores partituras de los grandes espectáculos musicales que han llenado teatros en todo el planeta. Aunque lo suyo es el drama, los musicales son su gran pasión como espectador y atesora una apreciable colección de discos y cedés que ha ido adquiriendo en sus viajes.

Desde «La calle 42» en Londres

Empezó su colección hace 20 años, cuando asistió a la representación de La calle 42 en un teatro londinense. «En realidad fue por una cuestión técnica, para estudiar los arreglos de una obra que estaba montando, pero luego seguí porque me apasiona este género». Por eso, porque sabe de qué está hablando, el actor y empresario, brasileño de Sao Paulo, es muy crítico con los montajes que ha visto en directo, y no todo «cuela». El artista opina que «hay por ahí muchos musicales que tienen una parafernalia absurda sobre las tablas. Otros no tienen nada que ver con los originales, son versiones reducidas y adaptaciones. Un timo, comparados con los auténticos». Por eso, tres o cuatro veces al año, cuando su intensa actividad se lo permite, vuela a Londres, vía Oporto, y en un «tris» se planta en uno de los grandes teatros de la capital británica. Ya llovió desde que vio allí a Mia Farrow en Peter Pan . Lo mejor que ha visto últimamente, y lo dice sin dudar, es Mary Poppins . En el mismo viaje se quedó sin disfrutar de Billy Elliot porque no encontró entradas «decentes».

Los musicales a veces, le han inspirado, como la Evita que vio en Brasil, para hacer una versión totalmente opuesta: «La mía era más política. Con ella gané el Premio María Casares en el 95, y con la segunda versión que hice, inauguré el Teatro Arte Livre hace dos años.

A pesar de lo que le gusta, Cordovani también es crítico con el tuétano del género: «Ha cambiado mucha la técnica, pero no la esencia. No soporto los musicales cursis ni sus edulcoradas historias hetero de siempre. No aguanto el rollo héroe-heroína. Estoy totalmente en contra», se queja.

Para el intérprete, su musical favorito de todos los tiempos es Los Miserables , «porque hay una trama política y social, porque las canciones tiene unas letras buenísimas y porque no es la típica tonta historia de amor». La vio cuatro veces en Brasil, dos en Londres y una en España. Cada una, diferente, y la última, la peor. Entre sus preferencias está también Doctor Jekyll y Mr. Hyde , y Sunset Boulevard : «Me encantaría poder hacer algo así, pero es un sueño inalcanzable.

También tiene discos que no le gustan demasiado, como Sonrisas y lágrimas o Fama , pero reconoce que no pueden faltar en una colección. La que más aborrece, lo tiene claro, es A Chorus Line .

Ahora, su colección se ha ralentizado hasta pararse: «Ya no compro nada porque no tengo tiempo de disfrutarlo. La vida se complicó -se lamenta, a pesar de que hace lo que más le gusta en el mundo- y sólo escucho algo cuando voy en coche de Mondariz a Vigo y viceversa». A veces, cuando está con ensayos, a punto de estrenar, no tiene ni tiempo de volver a dormir a su casa y se queda en el teatro vigués. Por cierto, Cordovani acaba de llegar de una gira que ha llevado durante un mes a la compañía del Teatro Arte Livre por Argentina, Uruguay y Brasil con la obra que estrenarán este mes en Vigo: Aurora Rodríguez e a súa filla Hildegard .