Lambón, los mochis, macaróns y tartas bento de la ucraniana que huyó de la guerra para endulzar A Coruña

Patricia García Lema
Patricia García A CORUNA

A LA ÚLTIMA

Tatyana Shramko encontró en la repostería un proyecto que le apasiona. Sus dulces traen hasta la ciudad algunos de los postres tradicionales de Japón, Francia o Corea

04 may 2024 . Actualizado a las 22:06 h.

Los dulces de Tatyana Shramko parecen pequeñas figuritas de colores. Tan perfectos y cuidados al detalle, esta ucraniana trae hasta la ciudad tres de los postres internacionales más famosos y queridos de las redes sociales: los mochis de Japón, las tartas bento de Corea y los macaróns de Francia. Su pequeño proyecto se llama Lambón Pastelería y, a través de su perfil de Instagram (@lambonpasteleria), prepara pedidos para llenar de color y sabor las sobremesas de los coruñeses.

Pero antes de dedicarse a la repostería, Tatyana Shramko tuvo que cambiar por completo de vida. A través de un amigo que vivía aquí, llegó a A Coruña con sus dos hijos y su gato cuando estalló la guerra en Ucrania. «Allí tenía una empresa con una amiga. Hacíamos decoraciones grandes de cartón, para instalaciones y eventos». Recuerda la sospecha que había entre la gente de que la guerra podía comenzar. «Pero teníamos mucho trabajo en ese momento». Justo el día que se inició la guerra ella había salido para ir al médico a Rumanía y después pasar unos días en casa de su madre en Moldavia. «Mis hijos estaban en Ucrania con mi exmarido. Yo no tenía nada, estaba sin ropa. Solo tenía una mochila con cosas para dos días». Cuando su exmarido consiguió que los niños llegasen a la frontera de Ucrania, Tatyana emprendió el viaje hacia España con sus hijos y su gato.

«No sabía dónde estaba A Coruña». Aquí empezó una nueva vida. Aprendió español y su amigo la animó a buscar una salida. Trabajó en diferentes sitios y conoció a su actual pareja, con la que tuvo una niña. «Cuando me quedé embarazada entendí que quería hacer cosas que me gustasen a mí, hacer un trabajo creativo». Y ahí fue donde surgió la repostería: «Cocinaba para casa, pero empecé a formarme. Hice distintos cursos y empecé a probar y a entender que lo que quería hacer eran mochis, macaróns y tartas bento». Poco a poco fue dando con las recetas perfectas. «Los mochis los está pidiendo mucha gente y tengo encargos de tartas bento (pequeñas minitartas decoradas) para el Día de la Madre». De los dulces japoneses tiene distintos sabores, como pistacho y frambuesa, oreo, crema Lotus, cereza con chocolate o yogur con mango. Igual de coloridos y ricos están sus macaróns. «Preparo todos los paquetes que me piden con mucho detalle, para que cada persona reciba su cajita con un toque diferente», cuenta Tatyana, que trabaja por encargo y sueña con, algún día, tener su propio punto de venta en la ciudad que tan bien la ha acogido.