El seguro de impago, requisito clave para alquilar en A Coruña: «Por un piso de 500 euros hay que ganar más de 1.500»

Y. G.

VIVIR A CORUÑA

Cartel anunciando un alquiler en A Coruña
Cartel anunciando un alquiler en A Coruña ANGEL MANSO

Es el mecanismo más utilizado para garantizar la máxima seguridad a los propietarios, pero perjudica a las rentas más bajas, autónomos e inquilinos individuales

04 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Introducir más inmuebles en el mercado del alquiler de vivienda es clave para que descienda el precio de los inmuebles en A Coruña. El seguro de impagos es una fórmula financiera que sirve para brindar seguridad a los propietarios para que se animen a arrendar. Sin embargo, puede ser un producto que deja fuera a los inquilinos con ingresos más bajos, autónomos o personas que quieran alquilar en solitario.

Emma Martínez, presidenta de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin), explica que es una herramienta que ya se utiliza en la mayoría de las operaciones: «Nosotros realizamos todos los alquileres con seguro de impago». «Cuando viene un arrendador a preguntarnos cuál es la garantía máxima de seguridad hoy por hoy, es el seguro de impago», explica, por su parte, Josué Gándara, director comercial en Doval Comprarcasa.

Este es un producto financiero que lleva varios años instalado como una parte más del proceso de alquiler de una propiedad. Sin embargo, tuvo un repunte con la aprobación de la ley de vivienda el pasado año. «Se debe a la necesidad de los propietarios de sentirse tranquilos ante eventualidades que pudieran surgir», señalaron desde Allianz Partners.

Esta garantía se consigue en función de la solvencia económica del posible inquilino. «El seguro de impago analiza la antigüedad de la persona en su trabajo y que la renta no supere un tercio de su salario. Por ejemplo, si quieres optar a un alquiler de 500 euros, tienes que ganar más o menos 1.500 euros», explica la presidenta de Agalin.

La persona que debe pagar el seguro de impago, explican desde Doval Comprarcasa, es el propietario de la vivienda. Y su cuantía suele ser de alrededor de un cuatro por ciento del coste anual de la renta. En el caso de un piso de 500 euros, sería de unos 240 euros al año. Cifra que en términos generales suele cubrir impagos del inquilino de hasta doce meses.

Josué Gándara señala que este es un buen sistema que ofrece seguridad tanto a propietarios como arrendatarios. Sin embargo, puede dejar fuera del alquiler a las personas con menos posibilidades. «Los requisitos de los seguros de impagos son lógicos, pero se puede quedar fuera la gente que gana solo 1.000 euros, algunos autónomos o la gente que trabaja en economía sumergida», explica. En estos casos, no obstante, el contrato de alquiler se podría completar con la figura de un avalista.

Este contexto, además, se complica por el alza de precios de los alquileres. Álex Álvarez, gerente de Procesos Inmobiliarios, pone como ejemplo a una de sus clientes que buscaba piso. «Nos pasó hace poco que un perfil muy bueno, incluso para una hipoteca, se quedaba fuera del seguro de impagos por el margen de endeudamiento. Aunque era funcionaria, necesitaba cobrar un sueldo de más de 2.200 euros porque el piso rondaba los 700».

Emma Martínez, además, explica que actualmente en A Coruña apenas hay situaciones en las que los inquilinos no cumplen con los requisitos, porque el dueño del inmueble tiene la facultad de elegir al mejor candidato entre varias opciones. «El propietario siempre tiene inquilinos entre los que elegir, los anuncios apenas duran 24 horas, entonces escoge el mejor perfil», asegura.

El congestionado mercado de la vivienda en A Coruña

El último informe de Agalin revela  que en la ciudad herculina solo hay poco más de trescientos pisos en el mercado de la renta. «En abril de 2022, o número de vivendas en aluguer era 545, e hoxe apenas existen 320 vivendas, o que supón unha diminución de case o 40 %», dice el estudio.

Esta realidad es la que ha provocado el aumento de precios y la posibilidad de los inquilinos a hacer cásting. El mismo trabajo de Agalin revela que «o número de vivendas en aluguer por debaixo de 600 euros/mes de renda era de case o 30 % en abril de 2022 (162/545), sendo hoxe apenas o 10 %(31/320)».