«Tengo pacientes que llevaban años sin mirarse al espejo»

R. Domínguez REDACCIÓN / LA VOZ

SILLEDA

CESAR QUIAN

Experta en patología mamaria, ha inventado Nupple, un implante de pezón

04 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristina Varela Lamas (Silleda, 1981) es cirujana y especialista en patología mamaria, una carrera que emprendió después de hacerse enfermera. Sabe cuánto significa para la mujer que sufre un cáncer reconocerse ante el espejo y, justo cuando el coronavirus irrumpía, comenzó a darle vueltas a cómo mejorar la reconstrucción del pecho. «Faltaba la guinda del pastel», resume de forma descriptiva de su idea, una prótesis de pezón con nombre propio, Nupple, diseñada y fabricada en Galicia. Desde diciembre, opera en el Hospital San Rafael, donde reciben solicitudes de toda España por una técnica que, dada su relativa sencillez, permite que el seguimiento pueda realizarse en remoto y a distancia.

—¿Cómo se le ocurrió la idea?

—Como cirujana de mama, tratamos a las pacientes desde el inicio: el diagnóstico, la operación, las revisiones... Quedaba esa parte. Quería acompañarlas hasta cerrar el ciclo, intentando buscar una solución que mejorara lo que había. Hasta no hace mucho, los cirujanos, tanto los plásticos como los generales, le daban importancia a reconstruir la mama, a recuperar el volumen, pero no al pezón y la areola. Después empezó a pensarse en ellos. Existen varias técnicas para darle forma, pero el volumen se pierde, se aplana, y no se ve completo. Faltaba la guinda del pastel. El objetivo era lograr la forma y la apariencia del pezón, pero de forma duradera. Así surgió lo de diseñar y colocar un implante. Yo tenía la idea en la cabeza y contacté con varias casas comerciales. Conté con un ingeniero para diseñarlo y al final nos decidimos para fabricarlo por la empresa Kune Implants, de O Porriño, especialista en prótesis a la medida.

—¿Con buenos resultados?

—Hicimos un estudio para demostrar que la prótesis daba buenos resultados no solo en el terreno estético, sino también a nivel psicológico. Pasamos unos cuestionarios entre las pacientes antes y seis meses después. Y demostramos de forma estadísticamente significativa que se producía una mejora, en la calidad de vida, en la satisfacción estética, en la percepción de la propia imagen, en su vida sexual…. Las pacientes no se ven completas hasta que está reconstruida la areola del pezón. Esta última parte es muy importante y se ha dejado de lado. Para ellas, es finalizar el proceso de reconstrucción y cerrar un ciclo, que repercute positivamente en su vida,

—¿Qué le dicen las pacientes?

—Hay mujeres que llevaban años sin mirarse al espejo y conseguimos que puedan verse y reconocerse, con una mama de aspecto natural empieza a aumentar su autoestima… Por norma general, están encantadas.

—Creo que están acudiendo a usted pacientes de toda España.

—Sí. Desde que estoy en el Hospital San Rafael hemos practicado cinco casos y solo una era gallega, de Santiago. Las otras llegaron de Madrid, Murcia…

—¿Solo lo hace usted?

—Sí, por el momento solo realizo el implante yo, pero acabo de ir a Bellvitge porque estaban interesados. Hicimos un caso ¡y lo han aceptado para que lo financie la Seguridad Social! Hace dos semanas me llamaron también del hospital São João de Oporto. Hicimos varios casos y están interesados en utilizar las prótesis.

—¿Y en Galicia?

—Si alguien muestra interés, yo encantada. Mi idea es que pueda llegar al máximo número de pacientes posible.

—En nuestra comunidad todavía es la enferma la que tiene que costear el procedimiento.

—Para el estudio conseguimos una ayuda para financiación en 50 casos, y la paciente solo tenía que pagar el implante a precio de fábrica, pero no la atención del cirujano, el hospital…

—¿El objetivo es que se incluya en la Seguridad Social?

—El tema del papeleo para la financiación pública es tremendamente lento… Y no se puede colocar tampoco en todas partes. Estamos intentando lograr que se acredite a ciertas unidades para que lo lleven a cabo. No me interesa vender el producto, sino que se coloque bien, con un buen y adecuado seguimiento de la paciente. Pero al igual que se han incluido otras terapias. Si se lucha, creo que se va a conseguir. Y esto, dentro de lo que cabe, no es una técnica ni una prótesis costosa. Pero que no sea cara no quiere decir que no haya que darle la importancia que tiene.

Una prótesis «made in Galicia» que se coloca en apenas media hora y sin necesidad de ingresar

Los colgajos locales o la donación del pezón contralateral, dos de los métodos de reconstrucción tras una mastectomía, con el paso del tiempo suelen conllevar un aplanamiento del volumen del pezón. «Con Nupple, los resultados son duraderos a largo plazo», recalca su creadora. Al cabo de mes y medio o dos meses, cuando la cicatriz ya está madura, se tatúa la areola para lograr un aspecto más natural.

—¿El implante de la prótesis de pezón se hace en el momento de la reconstrucción de la mama?

—No. Una vez reconstruida, para colocar la prótesis de pezón hay que esperar unos cuatro meses para que las mamas asienten. Es un implante paciente-específico, se tiene que ajustar a la medida y anatomía de cada mujer, a si ha recibido o no radioterapia… En función de todo eso se decide el tamaño y se fabrica a la medida de forma personalizada.

—¿Hay que ingresar para ponerla?

—No, no… Se hace en quirófano y con anestesia local, pero es un procedimiento ambulatorio y corto. En 20-30 minutos se va para casa con unas instrucciones mínimas de cuidados. Hacemos una incisión de un centímetro en la zona máxima de proyección de la mama, y colocamos bajo la piel el implante, que es de polietileno no poroso. Para evitar la aparición de complicaciones es fundamental guardar reposo las dos primeras semanas, sin coger pesos ni hacer grandes esfuerzos. Además, indicamos una serie de cuidados básicos con los que tratar la cicatriz y recomendamos el uso de gasas con agujero o pezoneras para evitar presión en la zona. Con los cuidados adecuados, los beneficios de Nupple son considerables.

¿Cuántos casos ha operado?

—Llevamos 55. Habíamos empezado justo antes de la pandemia. Pero llegó el covid y tuvimos que parar. Ahora lo reiniciamos.

—Ha sido nominada para un premio que conceden las enfermas.

—Sí, del Grupo Español de Pacientes con Cáncer. Estuve entre los tres finalistas en la categoría de proyecto social de avances en oncología. Solo estar ahí y que se le dé visibilidad es ya un premio.