Se busca probador de atracciones a 1.000 euros la jornada

P. AVENDAÑO

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Montaña rusa del parque de atracciones PortAventura.
Montaña rusa del parque de atracciones PortAventura. Quique García | EFE

¿Imaginas que te paguen dinero por probar helados? ¿Y por ir a conciertos? Semejantes profesiones existen: son esporádicas, bien pagadas, y tienen márketing detrás

05 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay una pregunta que se repite a los más pequeños, generación tras generación: «¿Qué quieres ser de mayor?». La estadística dice que los niños españoles, en su mayoría, sueñan con ser futbolistas, policías o profesores. En ese orden. Con los años, según crecemos, las preferencias van cambiando. Un estudio de la tecnológica Remitly analizó las búsquedas de Google para descubrir los trabajos soñados de cada país. «Cómo ser piloto» es la frase más tecleada en todo el mundo. Le siguen la curiosidad de convertirse en escritor o en bailarina. En España, sin embargo, la carrera de ensueño para la mayoría es la de influencer. Convertirse en una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales —como define la RAE a estos profesionales en cuestión— es lo más buscado en cuanto a empleo se refiere. Pero más allá de pilotos, escritores o influencers, hay otras profesiones con las que es difícil soñar porque uno ni se las imagina.

Algo parecido pensó Mario Martín cuando se convirtió en probador de montañas rusas. El trabajo duró dos días y le pagaron 1.000 euros por la jornada. «Para un apasionado de los parques de atracciones, poder conocer el funcionamiento y ver de primera mano los secretos que esconde es casi un sueño», cuenta Mario, que aunque ahora mismo trabaja como estratega de redes sociales para una conocida marca de comida, se dedica también a crear contenido sobre montañas rusas en TikTok. Fue el pasado agosto cuando se topó con la oferta de empleo en la plataforma InfoJobs. «Se busca probador de montañas rusas en Port Aventura World. Se valorará haberse montado previamente en muchas o tener afición por las mismas», rezaba el anuncio. Mario se animó a aplicar gracias a la insistencia de sus amigos. Y hubo suerte. «El proceso fue una entrevista de trabajo al uso. En la solicitud aproveché para presentarme y aportar mi currículo. Pedían que les enseñases algún clip disfrutando al máximo de una montaña rusa», explica. Entre algo más de 10.000 personas, lo eligieron a él. Acudió al parque un par de días, se montó en todas las atracciones y, tiempo después, tuvo que entregar un informe para dar a conocer qué cosas se podían mejorar en base a su experiencia.

Tras la vacante de probador de montañas rusas, llegaron a InfoJobs otras ofertas de «probadores» de experiencias. Catador de pizzas, de una marca de helados, de otra de pipas, probador de viajes o de conciertos. En este último caso, buscaban a un candidato o candidata «apasionado por la música y la diversión» que quisiera convertirse durante tres días en probador de conciertos en el WiZink Center (Madrid). En los 25 años de vida que tiene InfoJobs como plataforma de búsqueda de empleo, nunca ninguna oferta registró tantas solicitudes: 53.000. La vacante no requería experiencia previa en la industria musical. El único requisito: tener la ESO. Para inscribirse, los interesados rellenaban un formulario en el que preguntaban por el número de conciertos al que habían asistido. La elegida entre todos fue Pilar Cano, una abogada barcelonesa de 24 años.

Márketing

Cobrar por comer helados o por viajar a la otra parte del mundo es real, pero esta lista de empleos curiosos forma parte de la campaña «cool jobs» que lanzó hace meses InfoJobs. Nilton Navarro, brand manager de la plataforma, explica que este tipo de campañas sirven para demostrar que «los empleos con los que siempre hemos soñado existen. Nosotros queremos dar visibilidad a esos trabajos, para que la gente los pruebe, los experimente, y así fomentar la motivación y que conozca otro lado del mundo laboral». Navarro precisa que todos son «empleos reales», aunque también es cierto que todas las ofertas de este tipo se lanzan en asociación con una marca. La campaña de márketing que envuelve a la vacante permite que tanto InfoJobs como la firma vinculada alcancen notoriedad por lo llamativo de los anuncios. Las tareas descritas en cada oferta son reales. Y también la remuneración: 1.000 euros netos en todos los casos. Un factor que confirma el propio Mario Martín, que además recalca que en su caso concreto, el trabajo, en realidad, «lo sintió casi como un regalo».

InfoJobs no es la única compañía de recursos humanos que lanza ofertas de este tipo. La firma Adecco Group también publicita trabajos de ensueño. En su caso, el puesto consiste en convertirse en CEO —el equivalente a director general— de la empresa durante un mes. Desde hace nueve años, Adecco selecciona a un joven que acompaña al presidente durante su jornada laboral para «adquirir las competencias necesarias». Comparte su agenda y asiste a reuniones y conferencias internacionales. ¿El salario? El que cobraría durante un mes un alto directivo. A la última oferta de este tipo se inscribieron 5.000 personas.

¿Pero se puede vivir realmente probando cosas? Más allá de este tipo de campañas de tipo excepcional, lo cierto es que los trabajos de «probador» no son tan habituales. Aunque sí existen, sobre todo en el sector tecnológico. Dentro del ámbito TIC, es común la profesión de «tester». Se trata de una persona encargada de realizar pruebas de aplicaciones móviles o programas informáticos, para medir su rendimiento, su seguridad o incluso para implementar mejoras. En estos casos no basta con acreditar «pasión», sino que los puestos —bien remunerados— requieren de una formación tecnológica que incluya conocimientos en programación y, casi siempre, un buen nivel de inglés. Fuera de perfiles tan técnicos, también hay quien puede trabajar probando videojuegos. El trabajo soñado de muchos gamers consiste en pasarse horas y horas frente a la pantalla con el objetivo de encontrar errores que deben ser corregidos antes de que el juego salga al mercado. Eso sí, no es una de las profesiones mejor pagadas del mundo. La mayoría son contratados como freelance, o de forma temporal, y el salario está entre los 18.000 y los 22.000 euros brutos al año.

Cuidando casas

En la lista de trabajos difíciles de imaginar hay otras ofertas: «Se busca una pareja para cuidar de una isla privada en las islas Vírgenes británicas», rezaba el anuncio publicado en noviembre en la agencia de contratación británica Fairfax & Kensington, especializada en familias acaudaladas. La remuneración prometida eran 160.000 libras —unos 184.000 euros— y las tareas consistían básicamente en la gestión y supervisión de la isla —situada al Este de Puerto Rico— así como en «promocionarla activamente» para atraer turismo de lujo.

Este rol de Housekeeper, cuyo equivalente en español sería amo o ama de llaves, es común encontrárselo en las agencias de colocación más exclusivas. La discreción es un requisito indispensable en todas las vacantes. También se valoran los idiomas y la experiencia previa en un trabajo que consiste en el mantenimiento de lujosos inmuebles situados casi siempre en alguna gran ciudad europea, o de Oriente Medio. Haciendo un barrido por las ofertas de este tipo publicadas en internet, los salarios superan los 50.000 euros brutos.